Me gusta cuando callas porque estas como ausente, y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. Parece que los ojos se te hubieran volado, y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma emerges de las cosas, llenas del alma mía. Mariposa de ensueño, te pareces a mi alma, y te pareces a la palabra
melancolía.
Me gustas cuando callas y estas como distante y estas como quejándote, mariposa en argullo. Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza: Déjame que calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio, claro como una lámpara, simple como un anillo.
Me gustas cuando callas porque estas como ausente. Distante y doloroso, como sí hubieras muerto. Una palabra entonces, una sonrisa basta y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

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